Dulce agonia, felicidad absurda... Incluso las frases mas paradójicas son increíblemente ciertas, pudiendo definir muchas veces el sentir de momentos inexplicables, en los cuales, te sacan de foco, te descolocan, alimentan lo que es el vivir... el sentir.
Francamente me siento inútil, ¿Cómo es posible que un ser pensante y con uso de razón, pueda ceder ante situaciones de sentimiento puro?, no lo sé, he vivido engañado por una parte de mi que reprime, que quiere regirse por lo estético-moral, o quizás, ese sea yo y no lo quiera asumir, o quizá tengo una imagen-ser, distinta a la que creo que soy... con tan sólo esas dudas, que sin embargo para algunos puede sonar estúpido e incoherente, me pueden hacer sentir tan pequeño, tan humano y tan vulnerable.
Es difícil pensar enamorarse de la persona indicada, pienso, ¿persona indicada?... me suena a tan poco y significa tanto que resulta paradójico, pero como dije en un principio lo paradójico define lo que siento y lo que soy.
Indicado, adecuado, oportuno y conveniente quizá suene a lo mismo, pero en este caso no lo es, ya que no podemos decir que una persona es indicada para tal otra persona, ya que nadie te puede indicar que es lo mejor para ti, ya que el prototipo es a causa de un proceso racional, en donde participa el placer, con un toques de conveniencia, y con atisbo de auto-engaño. Para mi, la persona indicada, es tal cual se lee más a lo que se refiere, ya que enamorarse de la persona indicada es meramente una redundancia. Tu te enamoras dependiendo lo que te indique el momento, es algo que uno no planea, es y ya.... El desenlace es otra cosa, y va a depender de tu propia evolución psicomotora ilustrativa personal, en la cual la imagen que tienes de ti y la del resto va adquiriendo distintos significados, y que son parte del viaje infinito de los seres-energía que somos, del aprendizaje.
No entiendo porque estoy tan seguro de tener el control, sabiendo lo vulnerable de la mente, de lo influenciable que es. Quisiera volar, aferrarme a ti, no querer dejar de abrazarte, que no importe nada más, vivir el momento, sentir lo adecuado, amar lo indicado, conocer lo innombrable, salir de los esquemas, romper el silencio, mirarte a los ojos, a mis ojos, a tus ojos... mover la mirada, descubrir el paraíso y volver nuevamente, a lo que es esta realidad, realidad aparente... aún así no lo entiendo, más bien, no hay nada que entender.
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