Bajando del bote

Luego de un largo viaje, navegante, de tierras lejanas, de alguna gran ciudad, un pueblo, del desierto, del viento.... de cualquier lugar de donde vengas, navegante, te doy la bienvenida a una Villa en donde nada es cierto, todo se discute y se piensa, se da rienda suelta al pensamiento, incluso al sentimiento. Te invito a recorrer por el sendero lluvioso, subir los cerros de pasto ilimitado, de arboles de maples de tiempos inmemoriales que te susurrarán al oído sus hermosas historias, animales nunca antes vistos, de casas hermosas pero humildes, con personas pequeñas de un gran corazón que te harán sentir como en tu casa, ya que son seres amables que te protegerán como a cualquier ser viviente, ser sintiente. Espero que esta isla sea de tu agrado, y tu estadía sea permanente y quedes atrapado en un sueño... tu sueño.

07 septiembre, 2011

Abriría el infierno para rescatarte de las profundidades de la lava hirviente, del desierto inundado de arenas calientes, del océano oscuro desolador.... incluso podría amarte toda la vida, sin significar ello un goce personal, tan sólo verte feliz, tus labios sonrientes y mirándome fijamente, ahogado, pasmado me encontraré, no sabré que decir, no creo tampoco saberlo nunca, sólo te miraré, y sonreiré ya que sé que estás feliz... amando a quien elegiste, a quien tu corazón abriste, al ser afortunado del bosque, bandido, ladrón de esperanzas y sueños, desolador sujeto, pero que sin embargo, te hace feliz. Que más haría yo, que sólo amarte, y desde las sombras abrazarte... quiero ser claro, y racionalmente lo soy, sin embargo el corazón es inresignable, perseverante y claro, violento a veces violeta violín melodía esquisita esquina esquimal helado, corazón frío.
Duerme, no despiertes.

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